Colombia planea dar un gran salto en los acuerdos comerciales que están en negociación este año.
El Gobierno aseguró que este año se pondrán en vigencia los Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, la Unión Europea (UE), finalizarán las negociaciones con Israel, se iniciará el proceso con Japón y, probablemente, se cierren las que se llevan a cabo con Corea.
Es más: el ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados, espera que en la Cumbre de las Américas, que se realizará el 14 y 15 de abril en Cartagena, los presidentes Juan Manuel Santos y Barack Obama anuncien la puesta en vigencia del TLC bilateral o, por lo menos, darles la certeza a los dos países cuándo comenzará a funcionar.
Para ello, explicó, el martes se radicó un proyecto de ley para completar la fase final de implementación del tratado (adecuación de las normas colombianas al acuerdo), iniciativa que tiene mensaje de urgencia con el fin de sacarlo lo más pronto posible, es decir, antes de la Cumbre que congregará a los mandatarios americanos dentro de 25 días.
El aprovechamiento del TLC con el primer socio comercial de Colombia es una prioridad tanto para las autoridades como para el sector privado colombiano y por esto se pactó una alianza público-privada entre el Ministerio de Comercio, Proexport, la Alcaldía Distrital y la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB).
El objetivo de esa alianza es ofrecerles a los empresarios de Bogotá y la región una estrategia de apoyo ante los retos del TLC con Estados Unidos, dijo la presidenta de la CCB, Consuelo Caldas, para mejorar la competitividad y poder acceder a ese gigantesco mercado de 300 millones de consumidores. Estados Unidos, agregó, tiene vocación importadora en 62 subsectores (es el mayor importador del mundo de bienes y servicios), de los cuales, en 16 Bogotá y la región tienen capacidad exportadora.
Para Gustavo Petro, quien al intervenir en el seminario recordó que había votado en contra del TLC, no hay otra alternativa que “alistarnos” para afrontar este acuerdo y les recordó a los más de 2.000 empresarios y asistentes, tanto presenciales como virtuales, que Bogotá está lejos de las costas y de los ríos navegables.
También, que la estructura económica capitalina se sustenta en la industria manufacturera, en engranaje en los servicios, muy democrática en su propiedad y cuya producción no se exporta sino que se vende principalmente en el mercado interno bogotano.
Por lo tanto, este es básico para el desarrollo económico del Distrito. Para estimular ese desarrollo, y dado que la mayor parte de los habitantes de Bogotá se gastan sus ingresos en pagos de servicios públicos, transporte, alquiler de vivienda y alimentos, explicó Petro, la Alcaldía puede incidir en la disminución de sus precios relativos, como ya se hizo con el agua para los estratos 1 y 2 y la anunciada renegociación de los contratos de operación de Transmilenio tendiente a una reducción de la tarifa para los usuarios.
“Va a ser un renegociación dura, pues bajar las tarifas de Transmilenio no es el interés de todos los operadores privados, es del interés de los usuarios; se llegará a algún punto medio, pero hay que comenzar la renegociación”, señaló el mandatario distrital.
Para los pocos sectores para los que el TLC será favorable, es necesario abaratar los costos de transporte de sus productos, llevándolos por tren desde Bogotá hasta Puerto Salgar (Cundinamarca) y desde aquí a la costa Atlántica por el río Magdalena.
Las carreteras no sirven para hacer competitiva la producción de Bogotá y nacional con Estados Unidos; lo competitivo, afirmó Petro, es el transporte por agua. Las regalías, por su parte, dijo, pueden servir para hacer las obras de infraestructura que se requieren para ello.
FORTALEZAS
Según la CCB, de 28 subsectores industriales de EE.UU. con vocación importadora, hay ocho en los cuales Bogotá tiene ventajas comparativas: muebles, confecciones, marroquinería, textiles, aeronaves, motores, generadores y transformadores y minerales no metálicos; y junto con la región tiene capacidad exportadora en 25, como hornos de coque, actividades de impresión y edición, y fundición de metales. En agroindustria, hay capacidad exportadora en frutas, café verde, confites de cacao y materiales transables.
