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jueves, 8 de marzo de 2012

Crecimiento del comercio mundial se desacelerará este año

El director general de la Unctad explicó lo que necesita la región para ampliar los flujos comerciales.

En entrevista exclusiva con Portafolio, Supachai Panitchpakdi, director general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), dio su opinión sobre la manera como América Latina puede incrementar tanto su comercio intrarregional como en resto del mundo. ¿Cómo está afectando al comercio mundial la crisis actual? El crecimiento del comercio mundial se desacelerará este año, reflejando el debilitamiento de las perspectivas para la economía mundial, liderada por una desaceleración en las economías avanzadas y con la recesión que se avecina en la zona del euro.
De acuerdo con estimaciones de la ONU, el crecimiento del comercio mundial de mercancías perdió un gran impulso en el 2011, creció alrededor del 6,6 por ciento y se espera que disminuya a sólo el 4,4 por ciento en el 2012.
¿Qué hacer para evitar el proteccionismo que se da durante este tipo de crisis?
Desde la recesión mundial de 2008 el proteccionismo generalizado se ha evitado debido principalmente a la resistencia del sistema multilateral de comercio. Sin embargo, dado el actual entorno económico internacional, todavía hay un peligro que los países introduzcan nuevas medidas proteccionistas, en especial medidas no arancelarias (BNA).
El peligro puede aumentar si la política macroeconómica en los países de importancia sistémica se aprieta, las tasas de desempleo siguen siendo altas y la recuperación pierde impulso.
La primera línea de defensa contra tales medidas es que los responsables políticos se dan cuenta que el comercio no es la causa de los desequilibrios estructurales que están detrás de la crisis y la lenta recuperación económica, y por lo tanto recurrir a medidas proteccionistas no contribuirá a aliviar la crisis, más bien, y si la historia sirve de guía, tienen más probabilidades de empeorar las cosas.
Las medidas para mantener y fortalecer el sistema multilateral siguen siendo necesarias, incluida la interacción y colaboración para garantizar la coherencia con los acuerdos comerciales bilaterales y regionales que proliferan, y entre el comercio y los flujos financieros.
También hay una necesidad urgente para hacer frente a las medidas no arancelarias que aún podría aumentar las tensiones comerciales si las políticas erróneas se toman para hacer frente a los desequilibrios mundiales.
Hay razones legítimas para estas medidas, como la protección de la salud, la seguridad y el medio ambiente, pero tienen -y todavía puede- ser utilizadas como un pretexto para el proteccionismo.
Por ejemplo la investigación de la Unctad sugiere que legitimar el eco-proteccionismo tiende a ir en contra de los países en desarrollo, en particular los PMA.
Los líderes de la región afirman que ampliando el comercio intrarregional se puede compensar la baja en exportaciones al resto del mundo,¿sería suficiente?
El comercio intrarregional en América Latina ha aumentado fuertemente en los últimos años, aunque a la zaga de las tendencias en Asia.
Sería muy positivo para sus economías tratar de ampliarlo, sobre todo como una mirada más cercana a la composición del comercio intrarregional muestra que es de mayor valor añadido en comparación con la composición del comercio extra-regional de la región (en gran parte concentrada en las materias primas).
Sin embargo, es no sólo expandiendo el comercio intrarregional en América Latina que puede aportar beneficios, pero es igualmente importante tener en cuenta la expansión del comercio con otras regiones en desarrollo.
Hay importantes oportunidades que se derivan de la dinámica de comercio Sur-Sur.
La proporción de comercio Sur-Sur en el comercio mundial de mercancías en el 2010 fue del 22,7 por ciento, mientras que su participación en el comercio total de los países en desarrollo alcanzó el 54 por ciento.
Es interesante observar que la participación de los países en desarrollo en el comercio mundial de mercancías está creciendo rápidamente y, muy probablemente, alcanzar el 50 por ciento en los próximos dos o tres años.
Hasta ahora, el comercio Sur-Sur ha sido impulsado en gran medida por los países asiáticos que representan más del 80 por ciento, mientras que la participación de América Latina en comercio Sur-Sur era sólo el 10 por ciento en el 2010.
¿Qué debería hacer la región para impulsar el comercio intrarregional?
A pesar de los avances recientes, mirando los últimos 15 años la participación del comercio intrarregional en el comercio total se ha mantenido constante en torno al 20 por ciento.
Así que el reto es mantener el impulso actual.
En este sentido, puede haber una serie de áreas que merecen la atención de los responsables políticos y empresas que buscan formas de incrementar el comercio intrarregional.
En primer lugar, hay una necesidad de mirar a los acuerdos comerciales existentes en América Latina, para ver cómo están apoyando el comercio regional, y si su armonización o convergencia es una opción deseable y realista.
Más concretamente, parece que hay una necesidad inminente de un mejor uso de las reglas de origen para favorecer el comercio regional y maximizar el potencial de los existentes acuerdos preferenciales bilaterales en América Latina y con terceros países.
El uso más eficaz de materias primas regionales y de bienes intermedios en las cadenas de producción regionales también podrían ayudar a ampliar dentro de América Latina el comercio.
En segundo lugar, las medidas de facilitación del comercio son necesarias para reducir los procedimientos relacionados con el comercio y los trámites que se suman costos e ineficiencias.
En tercer lugar, conectado con lo anterior, los esfuerzos encaminados a la construcción de una moderna infraestructura para apoyar el comercio, en particular entre países vecinos debe fomentarse.
Cuarto, los países y las empresas de la región deben ser activos en la promoción de las políticas sectoriales que diversifican sus exportaciones y aumentan su competitividad en los productos de mayor valor agregado y servicios.
¿El comercio debería ser hecho de manera bilateral o a través de acuerdos regionales?
Hay una buena cantidad de literatura sobre los beneficios potenciales para el comercio de los acuerdos regionales vinculados, en particular, al tamaño del mercado disponible, pero la política comercial eficaz también puede emanar de las organizaciones regionales, como ha sido el caso de la Unión Europea.
Sin embargo, esto requiere un cierto grado de gobernanza supranacional y la experiencia nos ha enseñado acerca de las dificultades institucionales para lograr y defenderla, sobre todo cuando se trata de garantizar que todos los países compartan por igual los posibles beneficios derivados de tales acuerdos.
América Latina ha sido muy activa en el diseño de numerosos acuerdos comerciales regionales tanto en la forma de uniones aduaneras o zonas de libre comercio.
Sin embargo, la cooperación regional ha producido resultados mixtos, en parte debido a los vacíos y debilidades institucionales.
En este contexto, un área que requiere mayor atención y en la que el éxito puede lograrse, es el fortalecimiento de los mecanismos regionales de solución de controversias.
También se debe prestar atención a los mecanismos financieros regionales necesarios para facilitar el comercio.
¿Qué tan necesarios son los TLC?
Lo que es deseable es un sistema multilateral de comercio fuerte que mejore las oportunidades para los países menos desarrollados y en desarrollo, en una forma incluyente y sostenible.
Si buscamos ‘segundas opciones’ debemos recordar que el establecimiento de un TLC no es un fin en sí mismo.
Se debe medir en términos de las oportunidades de desarrollo que generan.
Los Acuerdos de Libre Comercio pueden ofrecer numerosas oportunidades de crecimiento, pero si no van acompañados de otras medidas de política de fondo podrían exponer a los socios comerciales a relaciones asimétricas que terminan en la ampliación de las brechas entre ricos y pobres.
En el caso de América Latina, la región no parece estar en la necesidad de nuevos acuerdos comerciales preferenciales, pero sí necesita el fortalecimiento de las instituciones, normas y mecanismos que los TLC contienen
En suma, lo que se necesita son instituciones comerciales regionales más fuertes, una mejor coordinación macroeconómica y una aplicación más eficaz y el cumplimiento de las normas contenidas en los acuerdos.
Reitero que el punto de vista regional es preferible que un enfoque puramente nacional, ya que el enfoque regional es más probable que conduzca a una tensión menor y mayores beneficios del comercio y el desarrollo sostenible.
¿Ve usted algún tipo de proteccionismo en América Latina ahora?
En tiempos de crisis, todos los países, tanto desarrollados como en vías de desarrollo, tratan de tomar medidas de apoyo a su industria nacional. Lo importante es que tales medidas se adopten de conformidad con las normas comerciales existentes.
En este sentido, los datos oficiales disponibles para los países latinoamericanos no sugieren hasta ahora que ha habido un aumento sustancial en el proteccionismo, a pesar de algunas medidas de política comercial adoptadas por países individualmente (como los nuevos regímenes de licencias de importación, medidas antidumping o las restricciones a la exportación) puede dar lugar a tensiones con los socios comerciales.
También hay que reconocer que donde hay una diferencia entre los aranceles consolidados y aplicados, como en muchos países de América Latina, esto proporciona razones fundadas para medidas de apoyo al comercio si es necesario.
Pedro Miguel Vargas N.
Subeditor
PORTAFOLIO