El acuerdo deberá ser aprobado en el Congreso y pasar el examen en la Corte Constitucional.
En el escenario más optimista del gobierno colombiano, el Tratado de Libre
Comercio (TLC) con Corea, cuya negociación finalizó el jueves y que será firmado
en Bogotá el 25 de este mes, entraría en vigencia en el primer semestre del
2014.
El TLC, explicó el ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados, tendrá que
pasar por el Congreso de la República y firmada la ley por el presidente, Juan
Manuel Santos, se someterá al examen de la Corte Constitucional. “Todo el
trámite puede durar hasta dos años”, dijo.
AGRO, BIEN LIBRADO
El Ministerio de Agricultura y la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC)
defendieron a más no poder la idea de que este TLC tenía que diferenciarse de
los otros ya negociados para que el sector por fin fuera un ganador.
Y por lo expresado por el presidente de la SAC, Rafael Mejía López, y
Díaz-Granados, al parecer así fue, aunque gremios como Asocolflores se apartaron
de esta apreciación.
En su propio campo, el presidente de GM Colmotores, Jorge Mejía, enfatiza
sobre los riesgos de haber incluido el sector automotor en el acuerdo al tiempo
que fabricantes de autopartes y electrodomésticos, como los agrupados en
Proindustria, presagian un “enorme contingente de desempleados de la industria
colombiana” derivado de la aplicación del TLC.
Lo acordado establece el desmonte inmediato de aranceles para muchos
productos y gradual, hasta 19 años, para otros. La competencia, salvo para los
primeros, se irá incrementando paulatinamente.
TIEMPO PARA PREPARARSE
El Gobierno sostiene que mientras entra el vigor el acuerdo, los empresarios
deben prepare para incursionar exitosamente en el mercado de Corea y competir
internamente con sus productores.
La lección de seis años de ‘periodo de gracia’ del TLC con Estados Unidos
–desde la firma en el 2006 hasta el inicio de su vigencia el pasado 15 de mayo-,
seguramente está aprendida.
El TLC con Estados Unidos ha obligado al fortalecimiento de una
institucionalidad sanitaria (ICA e Invima) para poder aprovechar ese tratado,
que, por supuesto, servirá para cuando entre en vigencia el acuerdo con
Corea.
Díaz-Granados señaló que con el equipo coreano se negociaron compromisos que
facilitarán el acceso de nuestros bienes agropecuarios y alimenticios.
Así mismo, se contará con un Comité que operará como canal privilegiado para
solucionar los aspectos relacionados con temas fitosanitarios.
De acuerdo con Mejía López, el balance del acuerdo entre sensibilidades e
intereses le permite decir que este es un acuerdo de la mayor importancia y
oportunidades para el país en materia de futuras exportaciones, “lo que nos
coloca en un sitio de vanguardia para abrir el mercado coreano y para obtener
concesiones de países como Japón y China, los mayores importadores de productos
agropecuarios del mundo actual y futuro”.
Desde septiembre pasado, dijo la presidenta de Proexport, María Claudia
Lacuoture, un representante de la entidad en Corea trabaja en el levantamiento
de información sobre oportunidades y tendencias en ese mercado para entregarla a
los exportadores colombianos con el fin de que las aprovechen.
Además, Proexport trabaja conjuntamente con Chile, que desde hace ocho años
tiene un TLC con Corea, para ofrecer, dentro de los canales de distribución que
tiene el país austral en el asiático, productos colombianos.
“Por ejemplo, Chile vende la fruta –durazno-, nosotros podemos vender la
pulpa, tema en el cual ya hemos hecho agendas comerciales”, comentó.
Adicionalmente, han detectado oportunidades en prendas de vestir –un renglón
donde Colombia tiene fortalezas- para el que están abriendo camino y trabajando
las dos entidades y ya han hecho agendas con empresarios en Corea.
COLMOTORES MIRA EL FUTURO
Respecto a la competencia coreana en Colombia en el ramo automotor, Jorge
Mejía dice que quieren mirar hacia adelante y trabajar de la mano con el
Gobierno y los autopartistas para fortalecer los aspectos necesarios, y hacer de
la apuesta a la industria automotriz colombiana una realidad, “aprovechando
nuestras oportunidades competitivas para consolidarnos como un sector de clase
mundial”.
Sin embargo, advirtió, es necesario replantear una nueva política que genere
más empleos, más inversiones locales y sea benéfica para la industria y para los
consumidores.
En el TLC con Corea, la eliminación gradual de los aranceles para los
vehículos, hoy en 35 por ciento, se hará durante 10 años, por lo que el
presidente de GM Colmotores calcula que el impacto en la industria se verá en
unos 12 años.
Jorge Correa C.
Economía y Negocios