Los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Corea del Sur, Lee Myung-bak, sellaron con la firma de una declaración conjunta el fin de las negociaciones de su Tratado de Libre Comercio.
Los presidentes firmaron el documento en un acto celebrado en el salón
Gobelinos del Palacio de Nariño, acompañados de sus ministros de Comercio, el
surcoreano Bark Tae-ho, y el colombiano Sergio Díaz-Granados, antes de dialogar
por espacio de cerca de una hora sobre otros temas de cooperación.
En una declaración a medios, Santos celebró el acuerdo de estas dos
‘economías complementarias’, al tiempo que su colega Lee confió en que esta
alianza sirva de puerta hacia Asia para Colombia y de enlace con América Latina
para Corea del Norte.
Lee destacó que, además de un cariño histórico por el respaldo de cinco mil
soldados colombianos en la guerra de Corea hace más de 60 años, a los dos países
les unen los valores de la democracia y la economía de mercado.
La nación asiática está interesada en comprar productos agroindustriales
colombianos como frutas, carne, café y pollo ante la demanda de alimentos,
mientras que el país andino recibirá inversión en construcción, equipos médicos,
vehículos, autopartes y tecnología.
El acuerdo comprende los intercambios de productos habituales en sus
relaciones comerciales hasta ahora, pero, según dijo Santos, también observaron
otro tipo de intereses en inversiones, ciencia y tecnología, medio ambiente y el
pujante sector de hidrocarburos colombiano.
"En el tema energético y minero hicimos un repaso en el interés que hay,
exploraciones que se están haciendo en Colombia.
Hay interés en petroquímica, oleoductos y minería", agregó Santos. Esta
primera parte del acuerdo bilateral se demoró más de lo previsto porque durante
la negociación hubo desencuentros en relación con los sectores lácteo y
automotor que amenazaron incluso con paralizar el proceso.
Colombia pretendía vender su gran producción de leche y derivados a un bajo
arancel, mientras los negociadores coreanos trataban de proteger este sector,
que está en pleno crecimiento en su país. Díaz-Granados explicó tras la firma
que poco antes del cierre de las negociaciones se logró el visto bueno de las
ensambladoras colombianas a los plazos de desgravación arancelaria, que serán de
diez años para la partida de vehículos y de entre diez y doce para la de
electrodomésticos.
Este fue otro de los mayores puntos de fricción por los temores de la
industria automotriz y tecnológica colombiana ante el poderío del país
asiático.
Tras esta firma, los textos serán sometidos a un examen legal y luego los
respectivos Legislativos los analizarán, trámite que puede tomar al menos un
año.
Después, entrará en vigor, y si se cumplen las expectativas del presidente
Lee, el intercambio comercial bilateral se multiplicará y Corea del Sur y
Colombia pasarán a convertirse en socios clave en las relaciones económicas
entre Asia y América Latina.
Con motivo de esta rúbrica, los nuevos potenciales socios surcoreanos
expusieron sus servicios y productos en la feria Expo Corea 2012, que fue
visitada el domingo por el presidente Lee en uno de los actos de su agenda de
fin de semana.
Las cifras de exportación de bienes de Corea a Colombia fueron en 2011 de
1.600 millones de dólares, concretado mayoritariamente en vehículos y aparatos
electrónicos.
Por su parte, Colombia exportó productos por valor de 276 millones de dólares
al país asiático, principalmente café, recursos naturales, carbón y níquel.
El comercio exterior surcoreano creció en un 450 % entre 1951 y 2011, lo que
la convirtió en una de las mayores 15 economías del mundo, mientras que Colombia
destaca por haber experimentado un comportamiento estable y con un producto
interno bruto (PIB) del 5,9 % en los últimos años.
EFE