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viernes, 23 de septiembre de 2011

TLC con EE. UU. ahora está en manos de la Casa Blanca

Futuro de los tratados con Corea del Sur y Panamá también depende del Gobierno estadounidense.

Al menos esa es la percepción dentro del partido republicano y buena parte del sector empresarial, un día después de que el Senado de EE. UU. aprobara el TAA, un programa de asistencia al trabajador estadounidense, que el presidente Barack Obama había exigido como precondición antes de someter los TLC a consideración del legislativo.
Si bien el TAA aún debe ser aprobado en la Cámara Baja donde la oposición es grande, los republicanos creen que ya hicieron su parte y el turno ahora le corresponde al presidente estadounidense.
"Confié en nosotros", le dijo el líder de la mayoría republicana en el Senado Mitch McConnell, advirtiendo de paso que ya no tiene más excusas para seguir dilatando el envío de tratados que, como en el caso de Colombia, llevan casi cinco años en el congelador.
John Boehner, presidente (Speaker) de la Cámara de Representantes, se comprometió incluso a tener los tratados y el TAA aprobados para mediados de octubre si somete los tratados cuanto antes.
"Tengo confianza en que si los manda pronto, podremos convertir a los cuatro en ley (TAA y TLC) para mediados de octubre", sostuvo Boehner.
Este mismo tema era objeto este viernes de una audiencia en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes en la que testigos del sector empresarial insistieron en la urgencia de aprobar cuanto antes los tratados.
Y sobre el papel, el plato está servido. Obama y los republicanos coinciden en que los TLC son claves para la reactivación económica y los han incluido como parte integral de su agenda para generar empleo. Una sintonía extraña por estos días en Washington pero que les brinda a ambos la oportunidad de mostrar pasos concretos a la hora de enfrentar la crisis.
Además, los astros se están alineando. A mediados de octubre Obama recibirá en la Casa Blanca al presidente de Corea del Sur, Myung-bak Lee, para una visita y cena de Estado. Un país que, como Colombia, también tiene pendiente el TLC.
En noviembre el presidente estadounidense será el anfitrión de la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por su sigla en inglés) que se realizará en Honolulu, Hawái.
Y lo que se dice en Washington es que Obama no puede aparecerse a estos eventos con las manos vacías. Por ahora, sin embargo, la Casa Blanca no ha dado signos claros sobre si piensa enviar pronto los tratados.
En declaración posterior a la aprobación del TAA este jueves, el representante comercial de EE. UU., Ron Kirk aplaudió la decisión pero dijo en tono críptico que continuarían "dialogando" con el Congreso sobre el "proceso legislativo" que debe seguir para los TLC. e insistió en que tanto el TAA como los acuerdos "son parte integral del plan del Presidente para generar empleos en el país".
El obstáculo pendiente, al parecer, es el mismo que ha enturbiado el proceso a lo largo de estos seis meses: hay poca confianza en la palabra del otro.
Obama aún se resiste a enviar los tratados antes que la Cámara apruebe el TAA pues teme que si lo hace, estos podrían embolatarle el programa de asistencia a los trabajadores. Y, sometidos los TLC, ya no tendría como negociar.
Los republicanos no quieren aprobarle el TAA sin tener en la mano los acuerdos comerciales pues sospechan que el Presidente podría no cumplirles del todo. El temor principal, de hecho, es el acuerdo con Colombia. Dada la oposición radical en la base de su partido frente a este tratado, existe la posibilidad que decidiera enviar Corea del Sur y Panamá únicamente.
Los republicanos se verían obligados aprobar estos dos tratados, pues son vitales para la economía, y Colombia quedaría en el tintero nuevamente.
Pocos creen que ese sea el caso dado las repercusiones domésticas e internacionales de dar semejante portazo a nuestro país. Pero la posibilidad existe y de allí la desconfianza. Un dilema como el del "huevo o la gallina" que solo se resolverá cuando una de las partes se la juegue.
"Alguien tiene que decidir que va a ser el primero y tener la confianza que el otro actuará como ha dicho que lo hará", dijo a la agencia Bloomberg William Reinsch, presidente del Consejo Nacional de Comercio Exterior.
Los ojos, por lo pronto, están puestos ahora en la semana que arranca el 3 de octubre pues la que sigue es de receso legislativo.
SERGIO GÓMEZ MASERI
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
WASHINGTON