Dentro de pocos días, el Parlamento Europeo comenzará a discutir el acuerdo, y todo apunta a que se convertirá en realidad en el comienzo del 2013.
Esta semana se cumplen cinco años del inicio de las negociaciones del acuerdo
de libre comercio entre Colombia y la Unión Europea.
La fecha coincide con el comienzo de las deliberaciones en el Parlamento
Europeo para la ratificación del TLC.
Tal y como van las cosas, el bloque pondrá en marcha el acuerdo con Colombia
en enero del 2013, aunque en el país aún falta el aval del Congreso de la
República.
Sobre este y otros temas, el director general adjunto de Comercio de la Unión
Europea, João Aguiar Machado, habló con Portafolio.
¿Cómo la crisis ha afectado el comercio de la Unión
Europea?
Es una situación muy difícil, confiamos en que se va a superar pero va a
tomar tiempo.
Sin duda la crisis ha hecho que el mercado se reduzca un poco y que tenga
menor dinamismo, pero yo no creo que tenga un impacto en las relaciones
comerciales con el mundo.
Europa sigue siendo un gran socio y actualmente tiene una agenda muy activa
de negociaciones.
Esto muestra que contrario a lo que dicen algunos, la región no se está
cerrando sobre sí misma.
En esta coyuntura, ¿cómo han cambiado las oportunidades de
inversión?
Hay oportunidades para Colombia, porque muchas empresas europeas están
buscando mercados para crecer y como Europa está en crisis, entonces están
mirando otros países para invertir.
Para Colombia esto no solo trae recursos que crean empleo y generan riqueza,
sino que además permite aprovechar el conocimiento y la tecnología que los
europeos tienen.
¿Y en el intercambio comercial?
En cuanto a las exportaciones colombianas, hemos visto que el año pasado
crecieron y en el primer semestre del 2012 han disminuido a algunos de los
mercados tradicionales, pero en conjunto aumentan. Más del 90 por ciento del
comercio está concentrado en 10 países y la UE cuenta con 27 mercados, o sea que
hay 17 que no están explorados y que se regulan con las mismas reglas que los
demás, así que hay un potencial para mercados no tradicionales.
Colombia tiene mucho por hacer, en especial en los antiguos países del Este,
que no eran socios tradicionales y que hoy hacen parte de ese mercado único y
que ofrecen posibilidades de crecimiento para las ventas colombianas.
¿No preocupa que, a pesar del crecimiento, Europa pueda perder
terreno frente a otros socios colombianos?
Creo que el acuerdo podrá ser un vehículo para que la UE continúe siendo un
gran socio económico.
Si vemos como ejemplo lo que pasó con México, con quien hace 10 años se
negoció un acuerdo menos profundo, el resultado en los primeros cinco años el
comercio se duplicó y las inversiones crecieron 120 por ciento.
Países como China serán siempre una gran potencia, igual Brasil, pero UE es
un socio más natural que los asiáticos, es más fácil que las empresas
colombianas trabajen con las europeas que con las cunas o con suramericanas con
nivel de desarrollo muy similar porque hay competencia.
¿Y la relación con Colombia?
Sí ha cambiado mucho, pero desde que se empezó a negociar el acuerdo. Para
Colombia, esto era una forma de asegurar en el tiempo las preferencias
arancelarias, y para Europa era más un enfoque político que comercial, pues
había un objetivo de establecer relaciones privilegiadas, pues Colombia está en
un proyecto regional que es la Comunidad Andina, aunque solo representa el 0,4
por ciento del comercio del bloque.
Hoy, la situación es diferente. Del lado europeo, el acuerdo estratégicamente
es importante porque Colombia está promoviendo políticas y reformas económicas
que apoya la UE.
Segundo, el mercado colombiano es de los más interesantes de Latinoamérica,
es una economía que crece, con potencial y ahora más que inicia un proceso de
paz que todos queremos que sea exitoso.
Y para Colombia no son solo las preferencias, sino que el acuerdo incluye
servicios, compras públicas y, en medio de la agenda comercial de la UE,
Colombia quiere preservar su posición.
¿En qué va el trámite del TLC?
Después de la rúbrica en junio, fue transmitido al Parlamento Europeo, que
empezó a considerarlo en julio, y en breve empezarán las deliberaciones. La
próxima semana comienzan dos fases del proceso, una es que el Comité de Comercio
Internacional va a tener una discusión sobre el tema de salvaguardas y
posteriormente dará su consentimiento sobre el acuerdo en general.
En noviembre pasará a discusión en plenaria, la expectativa es que vote
favorablemente.
Ahí quedará listo y se podrá aplicar de manera provisional, en las
condiciones actuales podemos ver con mayor certeza que la entrada en vigencia
será en enero del 2013.
¿Por qué de manera provisional?
Un acuerdo comercial es competencia exclusiva de la UE, la cuestión es que a
veces incluye temas adicionales que son competencia de los estados, como es el
caso de los derechos humanos, pues hay inquietudes también en derechos
sindicales, y no podemos entrar en una relación privilegiada sin ver estos
aspectos importantes.
Lo que pasa es que la parte comercial puede ser puesta en vigor de una manera
provisoria a partir de que el Parlamento lo apruebe y como el acuerdo es mixto,
se tiene que ratificar por los parlamentos nacionales.
¿Colombia también tendrá que asumir compromisos como lo hizo con EE.
UU.?
Hay una resolución que expresa preocupaciones con los derechos humanos y
sindicales, y se le hicieron recomendaciones al Gobierno, pero se está
trabajando en una hoja de ruta para que se demuestre que se busca mejorar la
situación.
AGENDA COMERCIAL EN DESARROLLO
Actualmente, la Unión Europea avanza en una amplia agenda de negociaciones de
acuerdos comerciales con distintos países y regiones. Al tiempo que terminó la
negociación con Colombia y Perú, finalizó con Ucrania y algunos países
centroamericanos.
Adicionalmente, está en el trámite para tener acceso preferencial a los
mercados de Canadá, Singapur, Vietnam, India, Malasia y varios países
africanos.
Pero, además, iniciarán negociaciones con otros socios comerciales de gran
importancia, como es el caso de Estados Unidos y Japón.
En América Latina, empezarán a profundizar los acuerdos que existen con Chile
y México y, adicionalmente, están en trámite de retomar las negociaciones con el
Mercosur.
Aguiar Machado señala que hay interés de reforzar los vínculos con este
bloque pero reconoce que la situación es complicada, por la entrada del nuevo
miembro (Venezuela) y por los líos con Paraguay.
Luisa Gómez R.
Redacción Portafolio