Demasiado tiempo de tránsito en los puertos y atraso de la infraestructura, los principales problemas.
Las demoras en los puertos de las mercancías de importación y exportación son
uno de los aspectos que más preocupan a los empresarios, porque les restan
competitividad.
Esos periodos “son tiempos muertos”, que también se presentan camino al
puerto y resultan muy costosos, se queja el presidente de Analdex (gremio del
comercio exterior colombiano), Javier Díaz.
A ello se suma P que, según Andrés Felipe Santos, director del programa de
Logística y Producción de la Universidad del Rosario, conlleva a que enviar una
tonelada de carga desde Buenaventura hasta Los Ángeles (Estados Unidos) cuesta,
en promedio, 30 dólares, mientras que llevarla desde el mismo puerto hasta
Bogotá cuesta 34 dólares.
Díaz agrega que exportar un contenedor en Colombia vale 2.270 dólares; la
misma operación vale 795 dólares en Chile y 860 dólares, en Perú. “Ya nos
equiparamos en términos de aranceles con nuestros competidores para llegar a los
mercados, pero los extracostos logísticos nos matan”, se lamenta el directivo
gremial.
Hay una serie de costos ocultos e ineficiencias cuya solución solo depende de
una decisión política, dice, y pone de ejemplo las inspecciones antinarcóticos,
que en Colombia se hacen manualmente.
El paso a paso, precisa el presidente de Analdex, es el siguiente: el
contenedor se lleva a una sala especial en el puerto; se saca la mercancía, que
en muchos casos se daña; se hace la revisión; se empacan los productos y vuelven
al contenedor, y este se regresa al patio.
“Esa operación cuesta, en promedio, entre 200 y 400 dólares por contenedor”.
Lo paradójico para el directivo es que en Cartagena hay un escáner, donado por
Estados Unidos, y otro en Buenaventura, donado por China, por los que pasan las
tractomulas con los contenedores, pero, aún así, estos son revisados por la
Policía Antinarcóticos.
Los ingleses tienen perfiles de riesgo y revisan el 1,2 por ciento de las
mercancías que pasa por sus puertos, indicó Díaz, al señalar que en Colombia
sube al 30 por ciento y, en algunos momentos, se llegado al 100 por ciento en
Buenaventura.
INSPECCIONES: EL OTRO DOLOR DE CABEZA
El otro dolor de cabeza, manifestó el Presidente de Analdex, son las
inspecciones de entidades como la Dian, el Invima y el ICA, que hacen de manera
separada, en diferentes momentos, lo que genera demoras en el flujo de la
carga.
“Deberían llegar al mismo tiempo, con lo cual se haría una sola apertura del
contenedor y una sola inspección”.
Esa vieja petición de los exportadores comenzó a ser atendida desde mediados
de julio, en una etapa de prueba que se inició en Buenaventura, para facilitar
el comercio hacia el exterior.
Allí, la Dian, la Policía Antinarcóticos, el ICA y el Invima están trabajando
en la inspección simultánea. “Una vez se evalúe esa operación, y con sus
resultados se perfeccione todo el sistema, su aplicación se ampliará a los demás
puertos colombianos”, dijo el ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados.
La identificación de “tiempos muertos” y la priorización para superarlos es
un compromiso del Gobierno y los empresarios.
Su solución requerirá una gran dosis de voluntad política, manifestó el
presidente de Analdex, quien recordó que en el TLC con Estados Unidos quedó
establecido que la salida de las mercancías de los puertos debe producirse en un
máximo de 48 horas, pero el directivo dice que no se ha logrado hacerlo en menos
de cuatro días.