Estudio plantea una política de Estado que defina la estrategia y un mayor relacionamiento político.
En momentos en que el Asia Pacífico es uno de los motores de la economía
mundial, a Colombia le cogió la tarde en materia de intercambio comercial y
atracción de inversión de esa región.
Así se desprende de un estudio del Consejo Colombiano de Relaciones
Internacionales (Cori), según el cual el país es superado por Brasil, México,
Chile y Perú en temas comerciales, y a esa lista se suma Ecuador si se trata de
inversión.
“El país ha perdido tiempo valioso en la adopción de una estrategia –que
recién empieza a abrirse paso– y en la selección de mecanismos para obtener un
acercamiento eficaz a los mercados y las inversiones del Asia Pacífico”, dice el
informe, y añade que ha faltado una estrategia de Estado para coordinar las
acciones que se necesitan en este frente.
Señala que, entre el 2000 y el 2011, el intercambio del país con 14 economías
de Asia del Este (que representan el 28,3 por ciento del PIB mundial), se
multiplicó, pero se mantiene la concentración en bienes básicos para exportar,
mientras que las compras se enfocan particularmente en bienes de capital.
Así las cosas, desde esta parte del mundo se suministran materias primas y
bienes intermedios para la producción industrial de Asia. “Esta realidad, a
corto plazo, no debe tomarse como algo indeseable para Colombia.
Por el contrario, existe una oportunidad en el marco del TLC para aprovechar
esas condiciones de complementariedad”, dice el informe.
Aunque las materias primas son clave para ingresar a ese mercado, se mantiene
la necesidad de diversificar la oferta, “con el fin de generar mayores
posibilidades de encadenamientos productivos intrarregionales y
extrarregionales, que redunden en mayores niveles de ocupación y una reducción
de la dependencia de recursos no renovables”.
Además, el tema tiene sus riesgos. Ese modelo de acceder con los productos
del sector mineroenergético “podría representar un reto de magnitud para otras
ramas de actividad económica, en la medida en que dicho sector contribuye a una
mayor revaluación y afecta así la competitividad de un grupo importante de
productos transables que presentan alto potencial de desarrollo en mercados
externos”.
El estudio señala que aunque la inversión recíproca es aún muy baja, ha
crecido el interés de invertir en combustibles, minería e infraestructura.
No obstante, es probable que a mediano plazo haya interés hacia las
actividades agrícolas, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad
alimentaria.
Esta situación, sumada a los cambios en los patrones de consumo de esa
región, podría convertirse en una oportunidad para el suministro de alimentos a
China.
“Este país podría ser el causante de una revolución agrícola en la región”,
dice el informe.
De igual manera, insiste en otras estrategias de relacionamiento.
El presidente del Cori, Guillermo Fernández de Soto, dice que “resulta
estratégico fortalecer mecanismos de cooperación intrarregional como la Alianza
del Pacífico, como paso preliminar para escalar hacia otros escenarios como el
APEC”.