Su llegada al Mercosur implica más beneficios para el ingreso de productos de Brasil y Argentina.
Todo indica que el próximo 31 de julio será oficial el ingreso de Venezuela
al Mercosur, luego de seis años de espera.
Con esto, los demás socios del bloque –Brasil, Argentina y Uruguay– tendrán
acceso preferencial a ese mercado.
En la práctica, esto significa que Colombia tendrá que compartir esa
‘posición de privilegio’ con dichos países.
Y es que Brasil y Argentina han ganado terreno como proveedores de Venezuela,
luego de que los roces diplomáticos y las demoras en los pagos frenaran las
importaciones desde Colombia.
Ahora, en momentos en que las ventas al mercado venezolano han vuelto a
crecer, preocupa que, por las características que tiene el Mercosur, Colombia
quede en desventaja frente a Brasil y Argentina.
Por ejemplo, este bloque tiene un Arancel Externo Común, al cual Venezuela
tendrá que adaptarse.
Para dar un ejemplo, los países del Mercosur imponen una tarifa superior al
10 por ciento a las importaciones de carne y lácteos provenientes de
terceros.
No obstante, Colombia ya tiene un acuerdo comercial con el Mercosur,
establecido en el marco de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
Si bien la desgravación ha sido gradual, la realidad es que a estas alturas
ha avanzado bastante.
Adicionalmente, Venezuela y Colombia tienen un acuerdo de complementación
económica que regirá su relación comercial.
Si bien aún no ha entrado en vigor, expertos dicen que la negociación se hizo
pensando justamente en la posibilidad de que Venezuela ingresara a ese
bloque.
En el tema de los pagos, que ha sido un elemento crucial, Venezuela no le ha
dado tratamiento especial a ningún país, con lo cual Colombia no ha estado en
desventaja, según explica el presidente de la Asociación Nacional de Comercio
Exterior (Analdex), Javier Díaz.
MÁS FORTALEZA
Marcel Tangarife, experto en temas de comercio exterior y socio de la firma
de abogados Cárdenas y Cárdenas, explica que uno de los temas positivos es que
se fortalecerá el marco jurídico de la relación entre Colombia y Venezuela, y,
además, podrían incluirse temas que no están bajo el acuerdo de complementación
económica.
“Incluso, queda en un escenario en el que eventualmente se podrían
neutralizar problemas como los que surgieron en los últimos años”, dice.
No obstante, un elemento que habrá que tener en cuenta es que, una vez dentro
del bloque, Venezuela podría buscar que, por su modelo de desarrollo económico,
no se vea en la obligación de aplicar algunas normas.
Por otro lado, el hecho de que los bienes brasileños, argentinos y uruguayos
entren a Venezuela con cero arancel no tendrá implicaciones diferentes a un
incremento en la competencia para los colombianos, dice Javier Díaz de
Analdex.
Sea Colombia, Brasil o Argentina el principal proveedor de Venezuela, la
realidad es que en el vecino país todavía están más preocupados por dicha
situación.
Representantes del sector privado venezolano han señalado que su principal
expectativa con la entrada de su país al Mercosur es que este se industrialice y
no que simplemente se convierta en un receptor de productos extranjeros.
CAMBIÓ EL LISTADO DE PROVEEDORES EN LAS COMPRAS DE ESE
PAÍS
Brasil supera a Colombia en las importaciones de Venezuela. Argentina ya le
pisa los talones.
Hace cinco años, la canasta de bienes colombianos que se enviaban a Venezuela
estaba muy diversificada.
Los vehículos eran lo principal, que representaban el 10 por ciento.
De ahí para abajo, la lista estaba compuesta por animales vivos, carnes,
prendas de vestir, cueros y sus productos, confitería, artículos de la industria
gráfica y medicamentos, entre otros.
Luegom vino el freno de Venezuela a las compras a Colombia y, aunque en el
último año se han recuperado, la situación nunca volvió a ser la misma.
En el 2011, las ventas de gas concentraron más del 18 por ciento de los
envíos al vecino país. De lejos le siguen los productos de confitería, con una
participación del 4 por ciento y los pañales con un 3 por ciento.
No obstante, Venezuela siguió aumentando sus importaciones, pero valiéndose
de otros proveedores. Por ejemplo, el 37 por ciento de las exportaciones de
Brasil a ese mercado corresponden a alimentos, principalmente carnes y azúcares.
En el caso de Argentina, la proporción supera el 45 por ciento.