Al tiempo que terminó una nueva ronda del TLC con Costa Rica y el Congreso está listo a aprobar el tratado con la Unión Europea, la negociación de otros dos acuerdos se enreda.
El TLC con Panamá alcanza ya dos años de parálisis, y la negociación con
Turquía no solo lleva dos meses quieta, sino que se acaba de conocer que antes
de julio del año entrante no pasará nada.
Hace dos años, Colombia y Panamá suspendieron las negociaciones tras un
Tratado de Libre Comercio, debido al encallamiento de los diálogos.
Lo mismo le sucedió hace dos meses al proceso que llevaba a cabo Colombia con
Turquía en pos del mismo objetivo. La negociación, simplemente, se empantanó y
los dos gobiernos consideraron necesario hacer una pausa.
En los dos casos, el Ministerio de Comercio de Colombia explicó el inicio del
paréntesis negociador por la falta de un horizonte que permitiera vislumbrar que
los intereses del país fueran satisfechos. “No se ha encontrado el balance
adecuado”, ha sido la frase utilizada.
Los puntos pendientes con Panamá tienen que ver con el acceso de productos
del agro, la agroindustria y la industria a su mercado, reglas de origen y el
sensible tema aduanero, que fue señalado por el empresariado colombiano antes
del comienzo de las negociaciones, en marzo del 2010.
El jefe negociador, Javier Gamboa, dijo: “Colombia necesita una serie de
instrumentos de control aduanero y, en la medida en que (con Panamá) nos
pongamos de acuerdo, vamos a reactivar la negociación”.
Y es que Panamá es punto de paso de miles de millones de dólares en
mercancías, muchas de origen chino, parte de las cuales ingresa a Colombia de
manera irregular y golpea a la industria local. Aunque Colombia había tomado
medidas, una acción ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), las
eliminó.
Como Panamá tiene interés en entrar a la Alianza del Pacífico, integrada por
Colombia, México, Perú y Chile, y la condición es que sus miembros tengan TLC
entre sí, esto podría propiciar un acuerdo aduanero con Colombia.
Las negociaciones con Turquía comenzaron en mayo del 2011, pero se frenaron
porque el proceso no estaba apuntando a satisfacer las expectativas de Colombia
en áreas como frutas y verduras, derivados lácteos, y por los temores expresados
por la industria relacionados con las fortalezas turcas en sectores como
textiles, confecciones, siderurgia, metalmecánica, vehículos, autopartes.
Expertos dicen que cerca del 40 por ciento del empleo industrial se pone en
riesgo con ese acuerdo.
Jorge Correa C. / Redactor de Economía y Negocios