San Salvador (El Salvador), (jul. 11/14). En la Casa Presidencial de El Salvador, la Ministra de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín Cuéllar, y su homólogo, Hugo Martínez, suscribieron un ‘Convenio en materia de prevención del hurto, excavación clandestina e importación y exportación ilícita de bienes culturales’, el cual se venía negociando desde 2009.
Con la firma del mencionado instrumento internacional, el Gobierno de Colombia sigue en la vía de fortalecer los mecanismos de cooperación con los países latinoamericanos para hacer frente al tráfico ilícito de bienes culturales, por tratarse de un delito transnacional que se ha incrementado en los últimos años y que afecta de manera sensible el patrimonio cultural de nuestros países, e igualmente conduce a una grave pérdida de la memoria de la humanidad.
Este convenio toma en consideración los principios y normas establecidos en la Convención de la UNESCO de 1970 sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, exportación y transferencia ilícita de bienes culturales, y otros instrumentos afines, de los cuales ambos Estados son Parte. Su objetivo principal es establecer compromisos en virtud de los cuales las Partes acuerdan colaborar en la adopción de medidas preventivas, obligatorias y correctivas para combatir prácticas ilegales y delictuales relacionadas con el hurto y la excavación clandestina, así como la importación, exportación y transferencia ilícita de bienes culturales y la devolución de tales bienes de conformidad con sus respectivas leyes nacionales.
En desarrollo de estos compromisos, el Ministerio de Relaciones Exteriores viene colaborando de manera coordinada con las autoridades nacionales que tienen bajo su resorte la promoción y protección de los bienes culturales patrimoniales, en las gestiones de reclamación y repatriación de material arqueológico de incalculable valor que ha sido recuperado por las vías diplomáticas.
Con la firma del mencionado instrumento internacional, el Gobierno de Colombia sigue en la vía de fortalecer los mecanismos de cooperación con los países latinoamericanos para hacer frente al tráfico ilícito de bienes culturales, por tratarse de un delito transnacional que se ha incrementado en los últimos años y que afecta de manera sensible el patrimonio cultural de nuestros países, e igualmente conduce a una grave pérdida de la memoria de la humanidad.
Este convenio toma en consideración los principios y normas establecidos en la Convención de la UNESCO de 1970 sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, exportación y transferencia ilícita de bienes culturales, y otros instrumentos afines, de los cuales ambos Estados son Parte. Su objetivo principal es establecer compromisos en virtud de los cuales las Partes acuerdan colaborar en la adopción de medidas preventivas, obligatorias y correctivas para combatir prácticas ilegales y delictuales relacionadas con el hurto y la excavación clandestina, así como la importación, exportación y transferencia ilícita de bienes culturales y la devolución de tales bienes de conformidad con sus respectivas leyes nacionales.
En desarrollo de estos compromisos, el Ministerio de Relaciones Exteriores viene colaborando de manera coordinada con las autoridades nacionales que tienen bajo su resorte la promoción y protección de los bienes culturales patrimoniales, en las gestiones de reclamación y repatriación de material arqueológico de incalculable valor que ha sido recuperado por las vías diplomáticas.
