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miércoles, 2 de mayo de 2012

'Ventas a EE. UU. crecerían 25% en primer año del TLC'

Negociador del TLC, Hernando José Gómez, dice que a ese ritmo aumentaron exportaciones en países que lo firmaron antes que Colombia.

En 15 días entrará en vigencia el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos, que permitirá el ingreso a ese mercado, sin pagar aranceles, a la mayoría de productos colombianos. Para el aprovechamiento del TLC, el Gobierno colombiano creó una oficina y nombró como responsable a Hernando José Gómez, jefe del equipo que negoció el acuerdo, proceso que se inició el 18 de mayo del 2004.
¿Cuál es el objetivo de la Oficina de Aprovechamiento del TLC, que usted dirige?
Ayudamos a identificar oportunidades en Estados Unidos y a detectar problemas. Esta oficina busca remover cuellos de botella y restricciones que pueda tener la oferta exportable. El foco que tenemos nos ayuda a hacer una serie de reformas y de ajustes, que a veces no se pueden hacer porque no existían las condiciones para ello.
¿Cómo está el empresariado colombiano?
Están observando qué insumos e importaciones se les vuelven más baratos. La reducción de aranceles en muchos bienes intermedios y maquinaria mejorará su ecuación de costos. También han identificado que se les abren oportunidades importantes frente a muchos competidores, como Brasil, Argentina o China, donde se pagan aranceles superiores al 5 por ciento, y esto les abre la expectativa de capturar algunos mercados nuevos en Estados Unidos.
¿Cuáles son las oportunidades inmediatas para llegar ya a Estados Unidos?
Hay líneas de confecciones para el hogar que no estaban en el Atpdea y sí en el TLC, como cortinería, toallas, mantelería; igual en calzado y marroquinería. Los productos metalmecánicos, como ventanería y herramientas; buenas posibilidades en cosméticos, en los que Colombia se vuelve más exportador; muebles; productos agroindustriales; químicos y plásticos.
De todas maneras son grandes grupos de productos...
Son ejemplos, pero lo interesante es que lo estamos aterrizando en un trabajo conjunto, regionalizado, que estamos haciendo con Araújo & Ibarra. Para el Eje Cafetero se identificaron productos con mercados grandes, de más de 50 millones de dólares, que tengan crecimientos importantes, que paguen altos aranceles y encontramos 300 productos que son cercanos a la estructura del Eje Cafetero y que podrían ser exportados.
En Risaralda, donde es fuerte la cadena textil de confección, se estaba hablando de pantalones para mujer que tienen elastómeros y otras descripciones; este es un negocio de más de 50 millones de dólares, crece muy rápido y es el tipo de productos que paga 10 por ciento y más de arancel.
En esos sectores, ¿hay oferta exportable para aprovechar desde el 15 de mayo?
Estos son curvas de aprendizaje; no es que se empiece a ver una cantidad de cosas nuevas que salen en el día uno del acuerdo. En los negocios hay que conseguir los clientes, llevarles muestras, demostrarles que sus productos, en iguales condiciones de calidad, les van a resultar más baratos, ganarse su confianza, invitarlos a Colombia a que conozcan sus plantas de producción. Lo que buscamos es acortar esa curva de aprendizaje.
¿De qué otra manera pueden acortar esa curva?
Mostrándole al empresario dónde están sus oportunidades, dónde puede competir con China, Brasil y otro país que no tenga TLC con Estados Unidos. Qué tan rápido se produzca esto depende en gran medida de qué tan rápido se muevan los empresarios. Por eso, buena parte de nuestro ejercicio con el Ministerio de Comercio y Proexport es focalizar la atención del empresariado para que aprovechemos pronto las posibilidades que se abran.
La experiencia de todos los países que tienen TLC con Estados Unidos, por lo menos en el hemisferio occidental, es que, como mínimo, en el primer año y en el peor de los casos las exportaciones han aumentado 25 por ciento a ese mercado. Costa Rica, en 2009, un año de crisis, las aumentó 41 por ciento; en el 2006, un buen año, Centroamérica (Cafta) las elevó 47 por ciento.
¿Se pueden esperar crecimientos similares para Colombia?
Uno puede esperar que haya un crecimiento grande en el primer año, y será más grande en la medida en que podamos tener una mayor coordinación público-privada que nos permita que los empresarios se muevan alrededor de estas oportunidades que se les abren; por otro lado, buscamos dónde hay cuellos de botella.
Por ejemplo, facilitar el uso de depósitos de transformación industrial de mercancías para allegar materia prima y no tener que nacionalizarla de inmediato, sino solo lo que se vaya utilizando.
Otro ejemplo: hay muchas certificaciones en Estados Unidos para importar ciertos productos; lo que uno busca es identificar dónde están, qué se necesita para obtenerlas, cómo son esos procesos o, por ejemplo, cumplir con determinados reglamentos técnicos, y ya estamos trabajando con Icontec.
¿El Atpdea fue un curso de aprendizaje?
El Atpdea fue muy importante para disparar las exportaciones de flores y confecciones, y ahí el curso se hizo bien. Sin embargo, existen muchos productos donde no tuvo impacto, pero no solo porque los empresarios no quisieran aprovecharlo, sino porque el Atpdea no era suficiente incentivo.
La economía colombiana está en un buen momento, las empresas tienen capital, acceso al crédito, la ecuación es la adecuada, están esas oportunidades con los distintos TLC, en particular con Estados Unidos, para que el sector productivo pueda responder.
JORGE CORREA C. / Economía y Negocios