Otra consecuencia es un aumento en la dependencia del mercado estadounidense.
Cuando entre en vigor el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, Colombia emprenderá un camino de acceso preferencial a ese mercado, en el cual fue precedido por México, Chile, algunos países centroamericanos y Perú.
Todos los casos son diferentes, no sólo por las condiciones de negociación, sino por los volúmenes de intercambio (en donde Colombia es sólo superada por México y con una diferencia abismal), y la oferta de bienes y servicios que venden a Norteamérica.
No obstante, en los balances que se han hecho en los diferentes países pasado un tiempo de la puesta en marcha del acuerdo, el resultado es que todos han reportado incrementos en las exportaciones y en la inversión.
El pionero en esta materia fue México, pues el TLCAN –que incluye además a Canadá–, entró en vigor en 1994. Como en todos los casos, el objetivo con este proceso era incrementar la inversión y estimular los empleos en la industria. El gran beneficio que obtuvo México fue que efectivamente hubo un incremento sostenido en las ventas a EE. UU. de tal manera que en los primeros seis años del acuerdo ya se habían triplicado.
Pero la desventaja fue que aumentó su dependencia del mercado norteamericano, lo cual se hizo evidente tras la crisis financiera del 2008, pues fue la economía más perjudicada en América Latina por la recesión en EE. UU.
No obstante, hay que tener en cuenta que ese país atravesó por dificultades económicas y una devaluación de la moneda, lo cual también pudo incidir en su comercio.
Justamente, un estudio del Banco de la República señala que es difícil establecer cuánto del comportamiento se ateribuye al TLC y cuánto a los demás factores. Haciendo referencia a un estudio realizado por el Banco Mundial sobre el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, el ex ministro Guillermo Perry señala que otro elemento clave fue el impacto del TLC sobre las regiones, en donde las más beneficiadas fueron aquellas que tenían en su momento un buen desarrollo en infraestructura, un nivel elevado de educación y mejores condiciones generales para hacer negocios.
MÁS DIVERSIFICACIÓN
El siguiente en la lista fue Chile, uno de los países con más apertura comercial en la región y cuyo TLC entró en vigor en el 2004. Según un informe realizado a comienzos de este año por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, entre el 2009, el país austral ganó terreno como proveedor de Estados Unidos, su segundo socio comercial.
En los primeros cinco años, el crecimiento de las ventas al país norteamericano fue de 61,3 por ciento.
Aunque el cobre concentra buena parte de los despachos, el informe señala que en ese lapso subió la participación de las ventas de productos distintos. De igual manera, el estudio destaca el incremento en la inversión directa, pues los recursos provenientes de EE. UU. se duplicaron, al punto que se convirtió en el principal inversionista en dicho país.
Viendo la experiencia de otros países, el ex ministro dijo que Colombia debe meterse de lleno en aprovechar el TLC, mediante una mejoría en la calidad de la educación y la infraestructura.
OPORTUNIDAD PARA CONSOLIDAR LA CAN
El ministro de Comercio Exterior y Turismo de Perú, José Luis Silva, habló sobre las implicaciones del TLC.
¿Qué impacto tiene que Colombia ya tenga TLC con Estados Unidos?
Eso lo que hace es ponerlos en igualdad de condiciones. Hoy en día los tratados de libre comercio no son para sacar una ventaja, sino para igualar. Ahora la gran mayoría de países tienen esos acuerdos. Así que la importancia es saber administrarlos y aprovecharlos. Nosotros estamos en ese camino.
¿Qué resultados ha tenido el acuerdo?
Hoy en día, exportamos más de 42 mil millones de dólares en bienes y 4 mil millones en servicios. Estimábamos que en el sector minero iba a tener una inversión alrededor de 40 mil millones de dólares y ahora estamos seguros que será 50 mil millones de aquí al 2016. Proyectamos que para los próximos cinco años tendremos un poco más de 72 mil millones de dólares en inversión nacional y extranjera.
¿Cuál sería su principal consejo para los empresarios colombianos?
Vengo de las canteras del sector empresarial y antes de que Perú firmara el TLC con Estados Unidos mis temores eran los mismos que tienen hoy algunos empresarios colombianos. Lo que hay que hacer es empezar a trabajar más duro para aprovechar esa ventaja comercial.
¿Esa ventaja cómo se puede utilizar a favor de los países de la región?
Somos vecinos y es importante trabajar para un desarrollo común. Tenemos que buscar un desarrollo homogéneo para que el crecimiento sea compartido. Ambos países ahora podrán traer un recurso natural de otro país que aún no tenga esos beneficios, darle el valor agregado y aprovechar el TLC que hay con Estados Unidos, Asia, Europa, etc.
América Latina debe apuntarle a convertirse en la fuente de aprovisionamiento de alimentos para el mundo, no de granos, sino de frutas y hortalizas de mayor valor agregado.
