El millonario mexicano afirma que su intención es llegar al país con todas sus unidades: banca, comercio, medios y telecomunicaciones.
Con una fortuna calculada por la revista Forbes en 8.200 millones de dólares, Ricardo Salinas Pliego es uno de los cuatro hombres más ricos de México. Como cabeza visible de un grupo familiar que tiene un siglo de existencia, este contador de profesión, con una maestría en negocios, supervisa a sus 56 años un conglomerado que posee empresas de telecomunicaciones, medios, transporte, servicios financieros y comercio.
Salinas habló en exclusiva con Portafolio sobre su interés de invertir en Colombia.
¿Qué le atrae de nuestro país?
El grupo nuestro tiene operaciones en ocho naciones fuera de México y Colombia es una de las economías más grandes, interesantes y crecientes de América Latina.
No habíamos llegado por cuestión de prioridades, pero ahora nos interesa mucho. Hemos tenido relación en el pasado, pero solamente en la parte de televisión a través de Azteca. Ahora se da la oportunidad de hacer algo más en telecomunicaciones, aparte de mirar otras opciones.
¿Cómo acabaron involucrados en ese tema?
El grupo lleva 100 años de historia y comenzó con una operación de comercio. Ahora tenemos cuatro divisiones que incluyen también banca, medios y telecomunicaciones.
Esta última es la más joven, pero le vemos un gran potencial de crecimiento. Cuando vimos la licitación de fibra óptica que diseñó el Gobierno colombiano decidimos participar.
Aparentemente vamos de punteros y eso me da mucha satisfacción.
¿Qué más viene después de este primer intento?
Creo que la infraestructura de fibra óptica posibilita muchos otros negocios. Si nosotros llegamos a tener una operación de telecomunicaciones en Colombia lo lógico sería que buscásemos una licencia bancaria para hacer banca popular, a través del microcrédito, con el cual tenemos mucho éxito en los países donde operamos. Sería también lógico que buscáramos poner las tiendas Elektra, que son de bienes de consumo duradero con facilidad de crédito y servicios.
¿Y en televisión?
Nosotros no tenemos más que seguir con nuestras estrategias de relación con los jugadores que ya conocemos y tratar de traer el mejor contenido para México o Colombia, que es una de las mejores en el contenido audiovisual.
¿Entonces planean llegar al país con todo el portafolio?
Depende de lo que pase ahora en noviembre con la licitación de fibra óptica. Pero en principio sí, queremos llegar con todo el grupo.
¿Cuál es el tamaño del grupo?
Nuestras divisiones emplean cerca de 60.000 personas. Vendemos unos 5.000 millones de dólares al año y tenemos utilidades operativas de cerca de 1.000 millones de dólares anuales más o menos.
Claro, no hay una consolidación porque son empresas independientes y yo las coordino. El grupo Salinas es una operación virtual que controlo y manejo.
¿Cómo ha sido la estrategia de internacionalización?
Empezamos hace muchos años con los vecinos como Guatemala, Honduras, Salvador y Panamá.
En Suramérica estamos en Perú y Argentina, y acabamos de iniciar un crecimiento más acelerado en Brasil, en el estado de Pernambuco, que vemos con mucho optimismo. Aparte de eso, están nuestras operaciones en Estados Unidos.
¿Le genera inquietud la situación mundial?
Hay una contracción de crédito muy fuerte y las posibilidades de inversión van a ser más reducidas. Sin embargo, en el caso nuestro, tenemos un balance muy sólido, pues no tenemos que ir a pedir prestado a nadie.
¿Qué le gustaría que fuera su grupo en Colombia?
Estamos en la época de la revolución de las expectativas. Todo el mundo ve la televisión y dice yo quiero lo mejor pero no puedo porque soy pobre en dinero y millonario en expectativas.
Queremos entonces hacer algo muy cercano a lo que hemos logrado en México con el crédito y el comercio, impulsando la cultura del ahorro y trayéndoles más opciones a los consumidores.
Las operaciones del conglomerado azteca
“Tenemos cuatro divisiones de negocio. La primera es el comercio, que son todas las tiendas donde se venden electrodomésticos, muebles, computadoras y teléfonos, bajo la marca Elektra.
La segunda es la de servicios financieros para el sector popular, que es el Banco Azteca.
A diferencia de los otros bancos, no cobramos nunca comisiones. No hay costo para abrir cuentas de depósito o sacar y meter dinero.
Hacemos préstamos pequeños de un promedio de 300 dólares que son dirigidos a la gente que no tiene acceso al crédito porque son montos muy pequeños que manejamos de una manera industrial.
La tercera es la de medios, en donde está Televisión Azteca, que es uno de los primeros productores del mundo en contenidos audiovisuales. Hacemos más de 10.000 horas al año de programación, noticias, deportes. Tenemos equipos de fútbol, dos canales a nivel nacional, estudios de producción y hacemos cinco horas de novelas diarias. Esta última tiene también operaciones en Estados Unidos bajo el nombre de Azteca América que llega al 80 por ciento de los hogares hispanos.
Finalmente pasamos a la división de telecomunicaciones en la que tenemos una compañía que se llama Iusacell, que es una coinversión con el grupo Televisa.
En esta tenemos telefonía celular y la red más rápida de México, así no sea la más grande. También contamos con una operación de fibra óptica donde hemos aprendido mucho, que es lo que cuenta hacia el futuro.”
Ricardo Ávila Pinto
Director de Portafolio
